Todo lo que soy son tus recuerdos atrincherados en mis decisiones son tus brazos rodeándome cada día te desvaneces un poquito más de mi memoria pero sólo físicamente yo sigo sintiéndote aquí en cada bocanada de vida que ingiero porque soy tú a pesar de que no tuvimos mucho tiempo lo que llaman destino se encargó de romper todas tus ilusiones y las mías con 14 años no sé dónde estarás ahora si es que sigues en algún lugar sigues viva en mis hábitos en mis versos en mis gestos con el paso de los años tuviste miedo, lo sé no supiste parar a tiempo la mano que te ahogaba en cada desprecio maldita educación la que nos dieron la de aguantar cada golpe esperando que algún día todo cambie y nada cambia y nada cambió las paredes se convirtieron en ceniza y tu cuerpo ausente pesaba sobre el nuestro cada día aprendí a decirme a mí misma “todo pasa” pero hay silencios que se quedan partiendo la vida para siempre en la mirad...
Las palabras no se las lleva el viento.