su voz desconocida suplicando ternura.  Recuerdo los aullidos externos  la pesadumbre en los platos  la suciedad humedeciendo el mantel.  Recuerdo mis manos sobre sus huesos rotos  la bombilla a punto de fundirse  el reloj de pared estropeado.  Su última comida, su última palabra sobre el campo de batalla.  Tras un último vistazo al corazón,  tras esparcir el polvo, la vida siguió como si nada.    msg      
 
 
Muy romántico... pero algo agridulce... no sé por qué!
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